5 imperdibles de Recoleta (que adoran turistas y vecinos)
Un barrio inagotable, tan gastronómico como cultural, cargado de novedades y de tradición. Una selección de los lugares “de siempre” y las aperturas que están en boca de todos.
Es uno de los barrios más elegantes de la ciudad: está repleto de historia, con amplios espacios verdes y un patrimonio cultural que lo hace atractivo tanto para locales como para quienes visitan Buenos Aires.
La Recoleta tomó su nombre de los Padres Recoletos de la Orden Franciscana, que se instalaron en el área a principios del siglo XVIII, en donde fundaron un convento y la Iglesia Nuestra Señora del Pilar en lo que hoy se conoce como Plaza Francia. Junto a parte de Retiro y de Palermo, Recoleta forma lo que popularmente se conoce como Barrio Norte, una denominación no oficial que define a todo este sector previo al centro porteño.
En esta zona – con fácil acceso desde av. Pueyrredón y av. Las Heras– está emplazado Quo Style (Agüero 2157), el proyecto de BrodyFriedman que posee 10 pisos con departamentos de 1, 2 y 3 ambientes y 35 cocheras cubiertas en 2 subsuelos. Sus espacios comunes marcan la diferencia: tiene laundry, gimnasio, SUM, una increíble pileta de 20 metros con solárium, y parrillas para pasar el día con vista a la ciudad. A pasos de todo, una guía para conocer algunas propuestas del barrio:
Biblioteca Nacional (Agüero 2502)
Es uno de los edificios más icónicos de la Ciudad de Buenos Aires. Diseñada por los arquitectos Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga en 1961, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno es una representante del brutalismo porteño, con hormigón a la vista y acero, y una estructura elevada que la despega. Como institución, fue creada en 1810 por Mariano Moreno, mientras que la actual sede fue inaugurada parcialmente en 1992. Allí se conservan “los materiales con los que se han forjado las distintas ideas y épocas del país”, según el propio sitio. Si bien el ingreso al edificio está reservado para quienes desean utilizar las salas de lectura y consultar las colecciones, vale una visita desde el exterior y estar atento a cualquier actividad abierta que se realice para conocerla por dentro.
Invernadero (Agüero 2502)
La locación de este bar es todo: está al pie de la Biblioteca Nacional, con un patio aterrazado que permite disfrutar del hermoso entorno. Invernadero se inauguró a fines de 2019 como la primera propuesta especializada en gin tonic tirado. Desde las canillas que están en la barra sirven este tradicional cóctel, que elaboran con un destilado propio, almacenado en barriles, al que luego suman diferentes toppings. Algunos para pedir: Casa tomada (con pétalos de rosa y pepino), Sur (con yerba mate y eucalipto) y Cuervo (con jengibre y romero quemado). Para comer, la carta ofrece tapas, y durante el día funciona como cafetería de especialidad. Un lugar para visitar durante todo el día.
Facultad de Ingeniería (av. Gral. Las Heras 2214)
Resulta imposible no dedicarle unos minutos a este edificio que es, para empezar, curioso. Esta es una de las sedes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (las otras están en Paseo Colón y Ciudad Universitaria), en donde se dictan materias de distintas carreras y cursos de posgrado. A su alrededor hay varias historias y mitos, pero el resultado entrega un edificio que llama la atención por su estilo neogótico con una fachada de ventanales, cúpulas y esculturas para apreciar. Si bien atravesó varias etapas y restauraciones, el edificio nunca se terminó del todo. En época de clases universitarias, se puede entrar al edificio y recorrerlo, aunque lo más atractivo es, sin dudas, su exterior.
Oviedo (Beruti 2602)
Si existiera un listado de “restaurantes de Buenos Aires a los que alguna vez hay que ir”, Oviedo estaría ahí. Es un restaurante de herencia española e inspiración de mar creado por Emilio y Cristina Garip en 1986. En sus más de 35 años de historia y con el chef Ramón Chiliguay al frente del servicio, se posicionó como un lugar referente en donde comer pescado y mariscos con una combinación perfecta entre cocina clásica y contemporánea. Otro de los grandes distintivos es la cava de vinos, que tiene más de 18.000 botellas del viejo y el nuevo mundo vitivinícola. Es parte de la selección de Latin America’s 50 Best Restaurants, un reconocimiento a su historia en la gastronomía de la ciudad.
La Isla (alrededores de Plaza Mitre)
Este sector de Recoleta merece una caminata, entre edificios históricos, pequeñas plazas y antiguas escalinatas. Se conoce como “la isla” al sector que queda alrededor de Plaza Mitre, detrás de la Biblioteca Nacional y antes de avenida del Libertador. Es una zona elevada, que originalmente (hasta finales del siglo XIX) pertenecía a una sola familia, los Hale-Pearson. En 1906, se proyectó allí un barrio parque que aprovechaba la barranca con vista al río y la ubicación privilegiada. Hoy, es una zona residencial en la que también se encuentra la residencia de la embajadora de Reino Unido, un pequeño barrio dentro de Recoleta que resulta perfecto para un paseo flaneur.